El Gobierno y los sindicatos llegaron ayer a un acuerdo sobre las reformas de las pensiones. El Ejecutivo tuvo que ceder en su intención de generalizar la jubilación a los 67 años sin excepciones y los sindicatos entraron por el aro de este retraso, por lo tanto, el Gobierno propone en mutuo acuerdo con los sindicatos la jubilación para todos a los 67 años, con la excepción de que se podrá jubilar a los 65 años si se cotiza durante 38,5 años. Habrá mejoras de cotización para jóvenes, becarios y mujeres, colectivos más duramente azotados por el paro. La aplicación de esta reforma será gradual desde el año 2013 al año 2027 y los años cotizados para poder comprar la pensión máxima pasa de 35 a 37 años. Para trabajos penosos o peligrosos, si no se puede llegar a un cambio de esas condiciones de trabajo, se permite la jubilación anticipada sin penalización. Para poder cobrar una pensión contributiva se tendrá que trabajar al menos 15 años y el periodo de cálculo pasa de 15 a 25 años. La edad mínima para pedir una jubilación anticipada pasará de 61 a 63 años, con un mínimo de años cotizados de 33 años. La gran novedad es que será voluntaria, no como hasta ahora, que era necesario el despido individual o colectivo y acreditar al menos 6 meses de desempleo para acceder a esta prestación. Por cada año que el trabajador retrase la edad a la que tiene derecho a jubilarse, la Seguridad Social le premiará con un 3,5% más de pensión anual. La nueva normativa reconocerá el periodo de formación de las empresas, siempre y cuando hayan ya finalizado sus estudios y acrediten la cotización, con un periodo máximo de dos años.
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COMENTARIO PERSONAL
Para mí esta reforma tiene sus ventajas e inconcenientes. La reforma está bien pensada tanto por el Gobierno como por los sindicatos, ya que la pirámide de población española se acrecienta en su último escalón, es decir, los ancianos o tercera edad, para ello han tenido que aumentar el año de jubilación para que las personas que estén trabajando en esos años puedan pagar las pensiones a esas personas ya jubiladas, pero el gran problema es que hay pocos jóvenes y eso hace aún mayor la reforma del aumento de edad de jubilación. El gran inconceniente será para las personas que trabajen en puestos de trabajo peligrosos, ya que los años de jubilación hacen que una persona que por ejemplo pueda estar trabajando colgada en una grúa a metros del suelo, al ser demasiado mayor para ese puesto, tenga mayores riesgos de sufrir un accidente laboral y eso perjudica a esas personas. Para mí la reforma está bien hecha y pensada, aunque para algunos no les hará ni mucha gracia ni mucho beneficio a su trabajo.
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